Hay cosas en la vida que o se odian o se aman pero no dejan indiferente. Las imágenes dejan poco lugar a la duda. Se trata de fundas de edredón realizadas en puro algodón pero con apariencia de cartón, imitando así los cartones que lamentablemente utilizan tantos sin techo para cubrirse durante sus largas noches.
Lo mejor del invento es, sin duda, la segunda parte: un porcentaje de la recaudación de esta ropa de cama va destinada a dar alimentos, alojamiento e incluso trabajo y educación a jóvenes que se ven obligados a vivir y mendigar en las calles de Holanda.
Vía | Design Zen