En decoración pasa algo parecido. Vivimos épocas de recargo, en la que el estilo mandaba que todo debía estar extremadamente decorado, y de ahí pasamos a un minimalismo casi exagerado.
Pero cuando ya lo teníamos todo liso, vacío y carente de todo adorno, la historia se repite y volvemos a las molduras, a los detalles, a las formas redondeadas…
Si bien es cierto que es una estética basada en el ayer pero completamente actualizada, y para comprobarlo no tenéis más que fijaros en algún dormitorio antiguo. En el reconoceréis la inspiración de los diseños de hoy en día, pero con algunos cambios que hacen que podamos leer perfectamente en ellos, cual es el de hoy y cual el de ayer.